Hay muchas similitudes entre la situación económica de China hoy y la de Japón en los años 80-90. El rápido crecimiento económico junto con un mayor poder adquisitivo son buenas señales, pero desafortunadamente la deuda del consumidor y la deuda del gobierno aumentaron drásticamente.
China tiene una situación fiscal muy interesante. Los gobiernos locales / regionales toman prestado una gran cantidad de dinero para proyectos de infraestructura y para cumplir con el objetivo político de la expansión del PIB. Por lo tanto, algunos de los gobiernos participan en el déficit público abierto. Sin embargo, el gobierno central es muy rico y no tiene más remedio que rescatar al gobierno regional. Las estadísticas del PIB en China deben tomarse con un grano de sal.
La deuda en China también es muy interesante. A menudo hay casos en que una empresa estatal debe miles de millones de dólares, pero la empresa desaparece de la noche a la mañana junto con su deuda incobrable y, antes de que se dé cuenta, surge la misma empresa / agencia con un nombre diferente. La deuda incobrable en China está creciendo rápidamente.
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La burbuja inmobiliaria es otro caso interesante. Es un escenario muy difícil. Por un lado, el gobierno no puede permitir que los precios aumenten indefinidamente (lo cual no ocurrirá), pero la caída drástica de los precios de la vivienda en los municipios y las principales ciudades también es problemática porque muchas personas tienen una parte importante de su dinero invertida en bienes raíces y caen en sus casas los valores no ayudan a su fin.
Hay una reforma en curso para cambiar la estructura de la economía china. El gobierno redujo recientemente el salario injustamente alto para los empleos del sector público, a fin de aumentar la productividad y la competitividad de las empresas privadas. Los esfuerzos para abrir el yuan (renminbi) al mercado internacional junto con la apertura de muchas nuevas zonas de libre comercio deberían contribuir al crecimiento económico.
Sin embargo, creo que el factor más revelador es el mercado de valores chino. El índice Nikkei de Japón cayó en los años 90, pero se estabilizó gradualmente y aún ejerce una tremenda influencia. El índice de Shanghai de China fue de alrededor de 6000 puntos antes de los Juegos Olímpicos de Beijing en 2008, pero desde entonces se desplomó a alrededor de 2000 puntos.
Eso es francamente atroz para la segunda economía más grande del mundo que crece alrededor del 7 por ciento anual. En comparación, Dow Jones se encuentra ahora en torno a 17000, lo que demuestra de manera reveladora que la economía de EE. UU. Puede recuperarse de una grave recesión. Eso debería darte una perspectiva interesante.