¿Debería el BCE realmente comprar deuda del gobierno de los estados miembros con dinero QE impreso?

Yo lo pondría de esta manera. Es una solución peligrosa a corto plazo para cualquier banco central para ayudar a un gobierno a pedir prestado más dinero. Se realiza con frecuencia, casi universalmente en tiempos de guerra, pero siempre causa problemas y a menudo termina en un desastre.

Sin embargo, el programa QE del BCE se realiza nominalmente por razones monetarias, no para apuntalar los préstamos del gobierno miembro. La flexibilización cuantitativa por razones monetarias es un experimento, realmente no conocemos los pros y los contras. Inicialmente, me inclinaba a creer que sería inflacionario y provocaría grandes problemas cuando se detuviera. La experiencia hasta la fecha en los Estados Unidos y la UE parece ser que conduce a la inflación en los activos de inversión, pero no en los activos de consumo. Es discutible si esa es una característica especial de los tiempos actuales o algo inherente a la QE, al igual que las predicciones de problemas cuando se detiene y si los efectos monetarios son buenos o malos.

Por lo tanto, diría que el programa QE del BCE tiene algunas desventajas potenciales importantes: permite sobreendeudamiento y problemas monetarios severos, pero hasta ahora ninguno de ellos parece haber ocurrido. Además, todas las otras opciones disponibles para el BCE también tienen grandes desventajas potenciales. Por lo tanto, es difícil responder a la pregunta “debería”.

Supongo que si las condiciones económicas mejoran y el BCE logra poner fin a la QE sin mayores traumas, y los gobiernos de la zona euro mejoran su gestión fiscal, la QE será recordada como un éxito audaz, pero los bancos centrales tardarán en usarla en el futuro. Si las condiciones económicas se estancan o deterioran, o si hay un serio problema de inflación, o si hay una crisis fiscal del gobierno en Europa, QE será recordado como una política desastrosa que contribuyó a la crisis. Sin embargo, cualquiera de las conclusiones será el resultado de un sesgo retrospectivo más que un análisis económico sobrio.

Absorbe los bonos, lo que permite al estado pedir prestado más dinero sin aumentar la tasa de interés. Es una buena manera a corto plazo de apoyar a un país deudor hasta que ese país pueda poner en orden su casa económica.

El país deudor ahora tiene menos incentivos para arreglarse, por lo que la compra de bonos a más largo plazo disminuye la estabilidad financiera y puede causar inflación.